¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

jueves, 22 de agosto de 2013

Oración



Hola, Amaya, espero que te hayan llegado bien:

Oración


H
oy mi alma avergonzada
se postra ante Ti, mi Dios,
suplicándote me envíes
al Ángel de la oración.
      Que Él recoja mi plegaria,
pues te habla mi corazón
y la lleve a Tu presencia
implorando Tu perdón.
      En esta inmensa cadena
de Tu infinita Creación
ahora sé que todos somos
de ella un eslabón.
      Cada hecho, bueno o malo
repercute en los demás.
      Padre, perdona mi alma,
que, pudiendo, no hizo más.
      Perdóname lo que dije,
sin tenerlo que decir,
y aquello que me callé
teniéndolo que decir.
      Perdóname lo que hice
si hice daño a los demás,
y lo que dejé de hacer
haciéndoles daño igual.
      Perdóname el amor que pude
y que no lo quise dar,
y las palabras de consuelo
que no supe pronunciar.
      Muchas veces me costó
el tener que perdonar,
aunque también sabes, Padre,
que rencor no sé guardar.
      Quiero pedirte, Dios mío,
que me ayudes a cambiar,
que de ahora en adelante
sea justo mi caminar.
      Gracias, Padre, porque siento
que llegó a Ti, mi oración,
y esta paz que hay en mi alma
me está hablando de perdón.




Sólo entonces


C
uando el ser humano aprenda
a no poner nombre ni color ni credo
a nuestro Creador.
      Cuando el ser humano aprenda
que Él no está en los templos,
que vive en nuestro interior.
      Cuando el ser humano aprenda
que orar tan sólo es hablar
contándole nuestras cosas
como a un amigo más.
      Cuando el ser humano aprenda
a no correr y esperar
que la vida nos ofrezca
lo que nos tiene que dar.
      Cuando el ser humano aprenda
que nuestro libre albedrío
sea en Él confiar
y nuestro afán más sincero
no hacer daños a los demás.
      Entonces, tan sólo entonces,
se verá el mundo cambiar.



¿Casualidad?        


¿Q
uién no se pregunta a veces
“qué hago y por qué estoy aquí?”
y “¿por qué vivo esta vida
que a mí me tocó vivir?”
      “¿Por qué de tantos millones
yo sola llegué al final
penetrando en esta vida,
regalo que a mí me dan?”
      “¿Quién me concedió a mis padres
y mi entorno familiar?”
      “¿Quién me dio libertad
para poder elegir
una vez en este mundo
el camino a seguir?”
      “¿Quién quiso que yo naciera?”
      Casualidad, me responden,
mas yo que no creo en ella,
pienso que fue la Gran Mente
quien quiso que así se hiciera.





Pobrecilla


A
 mi vecina
hace tiempo
que la veo mu dislocá,
no sale del todo a cien
ni para irse a acostar.
      Y es que antes de la crisis,
ella vestía de boutique,
pero ahora, pobrecilla,
no sabe de qué vestir.
      Acostumbrá desde siempre
a cada día estrenar,
prefiere comprarse un trapo
aunque no pueda cenar.
      El marido ha adelgazao,
ella en los huesos está,
mas de collares y pulseras
siempre va supercargá.
      Los zapatos, ni te cuento,
con heridas siempre va,
pues sólo con cinco euros
ella compra una jartá.
      ¿Y los bolsos que me saca?
son todos de plexiglás
aunque a ella no le importa
con tal de ir conjuntá.
          Estrena todos los días,
no lo puede remediar,
aunque a veces va vestía
que dan ganas de llorar.
      Esto es sólo un comentario,
no se vayan a pensar
que yo soy de esas personas
que les gusta criticar.





Un reino al revés


D
ime, Sancho, buen amigo,
¿qué encantamiento fatal
nos ha traído a este reino
tan extraño e irreal?
      Los caballos tienen ruedas,
el hombre va en su interior,
y no cesan de correr;
Sancho, mi buen escudero,
este reino está al revés.
      Dulcinea va vestida
sólo con un cinturón
y echa humo por la boca
como si fuera un dragón.
      Hay dragones que se comen
a quienes se dejan comer,
los transportan por los aires
y los vomitan después.
      Las casas las estiraron
de una manera brutal
y viven en cada una
los habitantes de un pueblo
o de una aldea, quizás.
      En este reino, buen Sancho,
no hay magos ni gigantes
contra quienes yo pueda luchar,
pero sí hay miles de entuertos
que debo de enderezar.
      Hace cuatrocientos años
que comencé a existir,
y continuaré existiendo,
en éste o en otro reino,
no me rendiré jamás,
donde haya una injusticia,
             Don Quijote allí estará.




Oda a la primavera


¡O
h!, preciosa primavera,
con achises de colores
por el polen de las flores
que pululan por ahí.
      De picor irresistible,
de granos y de rojeces
que florecen en el cuerpo
como si fuera un jardín.
      ¡Oh!, narices coloradas
que parecen batatines,
ojos llorosos a miles
que se ven aquí y allí.
      De mosquitos cantarines
que vienen con sus violines
a amenizar nuestras noches
y a no dejarnos dormir.
      ¡Oh!, las bellas mariposas,
los abejorros, las moscas,
las avispas, las arañas,
las hormigas, los ciempiés.
      Vivarachas cucarachas
ya se asoman por doquier
llevándote mil respingos,
algún salto y algún grito
cada vez que una tú ves.
      ¡Oh!, qué hermosa primavera,
qué verdor en la pradera,
qué colorido de flores
inunda nuestro jardín.
      ¡Cuánta lluvia,
cuánto encanto,
qué fragancia,
     qué… achísssss…
 



Tita Concha

A mi tía, por su simpatía, amabilidad,
voluntad y superación personal

C
on un cuerpo muy garboso,
simpatía sin igual,
amiga de todo el mundo,
educada por demás.
      Alegre, dicharachera,
siempre dispuesta a ayudar,
pues ha tenido y tiene
una enorme voluntad.
      Con su transistor en mano
procura estar informá,
le hables de lo que le hables,
ella te va a contestar.
      Para salir de paseo,
la primera siempre está,
y le gustan los tacones,
no lo puede remediar.
      Entabla conversación
con mucha facilidad
brindando a unos y otros
su buen humor y amistad.
      Nunca ha tenido pereza
si tiene que madrugar,
nadie ha tenido por eso
que tenerla que esperar.
      Ha sido y aún sigue siendo
muy cumplida por demás,
pues ella piensa que así
nadie se podrá enfadar.
      Nació siendo dadivosa
disfruta con regalar,
tenga más o tenga menos
a ella eso le da igual.
      Habla de sus tres sobrinas
que mejor no puede hablar,
para ella son tres rosas
del más hermoso rosal.
      Guapas, buenas, hacendosas.
y muchos piropos más,
son la única familia
que le ha quedado ya.
      Aunque la verdad del cuento
es lo que voy a contar:
      “Que las tres sólo la quieren
por lo que van a heredar:
      Los tres castillos de Flandes,
la villa de Portugal,
los jardines de Baviera
y el Palacio de Cristal;
que en invierno no lo habita
porque teme a la tormenta
y piensa que con los truenos
se pueda resquebrajar”.
      Pero ella guarda un secreto
que a nadie ha dicho jamás,
y es que se irá de este mundo
sin que sepamos su edad.
      Y termino esta poesía
que te quiero dedicar
y aunque con notas de humor
me pongo seria al final.
      Porque aunque sé que lo sabes,
te lo digo una vez más:
      “Tus tres sobrinas te quieren
y te quieren de verdad”.


2 comentarios:

Mercedes Dueñas dijo...

Bellos sentimientos plasmados en poemas que son regocijo y oración tocan el alma y riegan el corazón.
En la causalidad esa la solución.
Un besazo amiga.

Amaya Martín dijo...

Preciosa antología. Gracias de corazón por la belleza de tu alma y de tus versos